Al mirar por el telescopio los planetas, de lejos, nos parecen cuerpos muy estables y monótonos, por ejemplo, la Luna o Marte, sin atmósfera en la que destaquen nubes o venus, con una atmósfera tan densa que no deja ver la superficie.
Sin embargo, hay dos cosas que ocurren en la tierra que también pasan ahí fuera, los volcanes y los terremotos. Los marcianos también sufren la furia de la naturaleza.
Empecemos por los terremotos, además de en la tierra, se ha registrado terremotos en la Luna y Marte. Probablemente, todos los planetas rocosos los tengan, la tierra y venus, casi del mismo tamaño, están aún enfriándose, por lo que su interior aún está activo.
La Luna es el segundo cuerpo de sistema solar con más sismómetros tras la propia Tierra. Las misiones apolo de la NASA, 4 de las misiones Apolo. Estos aparatos han detectado terremotos en la Luna (lunamotos), hasta 150 al año. Se producen por tres mecanismos, impactos de meteoritos, naturales y por impactos de objetos lanzados por las agencias espaciales,
El primer tipo nos ha arrojado datos de meteoritos de entre 100 gramos, a una tonelada de peso. El tercer tipo, suelen ser partes de naves que se usan para estudiar el interior de la Luna mediante los sismómetros, ya que en este caso si se conoce la masa del cuerpo que cae. Y el tipo 2 se produce, no como en la tierra, que tiene un interior fluido, si no por el re-acomodo interno, producidos por el efecto marea (por no ser la orbita circular) y por la expansión y contracción de las rocas.
Otros planetas más pequeños, como Marte, se han enfriado antes que la tierra, tampoco tiene un manto fluido que mueva sus rocas, pero los sismómetros de las misiones de Marte también han captado terremotos (martemotos o aremotos). El problema de los sismómetros de Marte es que, en Marte, hay atmósfera y el viento ha fastidiado muchas mediciones. Así que hasta que los últimos sismómetros aislados no han llegado, no hemos tenido datos claros.
Hasta 2019 no se ha tenido prueba clara de la actividad sísmica de Marte. Se ha conseguido grabar el primer sonido de un martemoto. Ahora debemos empezar a recopilar datos, y con el tiempo, podremos hacernos una idea de como es el interior de nuestro vecino.
Si que hemos podido medir el campo magnético de Marte, que aunque muy débil, existe, lo que puede indicar actividad interna, como en la tierra. Sin embargo los resultados de los datos obtenidos hasta ahora, asemejan más el interior de Marte al de la Luna, que al de la Tierra.
En los próximos años, tendremos más información según detectemos más terremotos en Marte y quizá intuir el futuro de nuestro planeta.