El “acoplamiento de marea” es un fenómeno habitual que tiene un nombre muy científico y que consiste en lo que, comúnmente, vemos todas las noches, que la Luna siempre nos muestra el mismo lado.
Probablemente sepas ya que esto se debe a que el periodo de rotación y traslación de la Luna, son idénticos. Es decir, su día y su vuelta a la tierra, duran 28 días.
Quizá por la fuerza de la costumbre, no nos hemos preguntado a qué se debe este fenómeno. Quizá sentimos más curiosidad por saber cómo es la cara oculta que por saber la razón por la que no vemos la cara oculta.
Como dato curioso, cualquier parte del sistema solar es visible desde la tierra. En teoría y gracias a la rotación de los cuerpos, hemos podido ver los planetas, sus Lunas, el sol y asteroides, antes que la cara oculta de la Luna que, hasta 1959, no conseguimos ver. Por la misma razón, es el lugar indicado del sistema solar para hacer radioastronomía, ya que toda la Luna actúa de pantalla ante las ondas de radio procedentes de la tierra.
Como decíamos, este fenómeno que oculta o muestra una cara de la Luna se llama “acoplamiento de marea” y el nombre es de lo más indicado. Todos conocemos el efecto de la gravedad Lunar en nuestros días de playa, en los que, si andamos despistados, se nos moja la toalla o se nos plantan 20 líneas de veraneantes delante del mar. Las mareas se producen por la gravedad Lunar, y solar en menor medida, y éstas son las responsables del acoplamiento de marea. Bueno, técnicamente las mareas que la tierra produce en la Luna, que también las hay.
No podemos ver las mareas en la Luna (a simple vista) ya que no hay mares líquidos que “suban y bajen”, pero la tierra sólida (¿o debería decir la Luna sólida?) también sufre esa marea en las rocas que la componen. Esto se traduce en que la Luna se abomba en dirección a la tierra por efecto de la marea, y se producen unos bultos en eje tierra-Luna. Estos bultos deben desplazarse por la Luna a medida que ésta rota, pero como necesita un cierto tiempo para alcanzar el equilibrio (la Luna rota más rápido que el bulto se mueve por la superficie), el bulto se desplaza ligeramente de este eje (por delante o por detrás en función del periodo de rotación y traslación del satélite). Finalmente, estos bultos desalineados, son masas que ejercen fuerzas de atracción que, simplificando, son las fuerzas que frenan la rotación de la Luna poco a poco hasta que se consigue el acoplamiento y estas fuerzas desaparecen, al no seguir moviéndose los bultos respecto del eje tierra-Luna.
En la última animación, podemos ver el desfase entre el abombamiento y la posición de la luna, lo que genera la fricción que frena el movimiento de rotación.
No desesperes si no lo entiendes, aún no hemos dicho a qué se deben los bultos, sólo que existen. Entendemos su existencia porque vemos las mareas, podemos experimentarlo. La razón de la aparición de las mareas es que cada trozo de materia, tu y yo incluidos, experimentamos la fuera de la gravedad de la Luna.
Sin embargo, cuando la tierra y la Luna se mueven y rotan, sus posiciones cambian y por lo tanto la dirección a la que nos vemos atraídos. Puesto que las fuerzas se dirigen al centro de cada cuerpo (por simplificar, ya que el total es el efecto de la suma de fuerza de cada partícula hacia cada partícula de ambos objetos). Como consecuencia, todo lo que no está alineado en el eje que une ambos objetos ejerce fuerza hacia el eje comprimiendo todo desde ambos lados, es decir generando por presión ambos bultos. Algo así como coger un globo de agua y apretarlo cerrando la mano, se hará una salchicha que saldrá por arriba y por debajo de nuestra mano, como los bultos de las mareas.
Además del fenómeno visible, se producen otros, como el alejamiento del satélite y la modificación de la duración de los días en la tierra. Pero eso es tema para otra entrada.
Los satélites cercanos a los grandes planetas son candidatos idóneos para presentar este fenómeno.
Nosotros, sólo hemos experimentado visualmente el fenómeno en la Luna, pero es muy común en el universo (me atrevo a decir, aunque la mayoría de los ejemplos que se conocen están en el sistema solar), por ejemplo, todas las grandes Lunas de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, la propia Luna, Caronte con Plutón, mercurio con el Sol. Sí, también se da en planetas. Incluso Plutón con Caronte, es decir, de planetas con sus Lunas. También se conocen casos fuera del sistema solar.
Mi consejo, sal a pasear esta noche, mira a la Luna y piensa que no vimos su otra cara hasta 1959 y que, únicamente 27 astronautas la han visto en persona debido al acoplamiento de marea.
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