Las Voyager son, posiblemente, las naves más emblemáticas de la exploración espacial. Estas naves gemelas son las que más lejos han llegado de todas las mandadas por el ser humano al cosmos. Lo mejor de todo es que aún continúan su viaje y nos siguen aportando datos.
A finales de los años setenta coincidieron dos hechos importantes para la exploración espacial. El programa de sondas Mariner de la NASA era el primero, el segundo era la alineación de los planetas del sistema solar, un hito que solo ocurre cada 175 años. Una ocasión que no se podía dejar pasar.
El programa Mariner se componía de varias sondas para explorar planetas y el cosmos, algunos hacían sobrevuelos (pasaban de largo cerca de algún planeta) y otras orbitaban los planetas. Entre los objetivos de las sondas estaban Venus, Marte y Mercurio, completando así los planetas interiores, interiores al cinturón de asteroides, que son también los planetas rocosos del sistema solar. Recordemos que desde 2006 Plutón no es planeta, si no planeta enano.
Al llegar al siguiente paso y coincidiendo con la alineación, se desarrollan las sondas Voyager, como programa separado de las Mariner. Aprovechando un solo lanzamiento, se pueden visitar varios planetas, incluido Plutón, aunque al final, éste no se visitó.
Como casi todo el programa Mariner, las Voyager fueron dos. La Voyager 1 fue lanzada el 5 de septiembre de 1977 desde Cabo Cañaveral. Pasó por Júpiter en 1979 y por Saturno en 1980. La Voyager 2 fue enviada el 20 de agosto de 1977 (si, la 2 se lanzó antes que la 1, curioso), pasando por Júpiter y Saturno para llegar a Urano en 1986 y Neptuno en 1989 (¡12 años después!). A día de hoy, esta es la única sonda que ha visitado estos dos planetas, que son los más desconocidos del sistema solar.
Las Voyager nos han dejado miles de fotos muy interesantes, la mayoría de las que has visto de los planetas exteriores. Os dejo solo un ejemplo de todo lo que podríamos ver:
Hemos aprendido mucho de estas sondas, pero ¿Cómo es posible que sigan funcionando?, se lanzaron en los años 70… tiene más años que yo y el móvil que compre hace 10 años ya no funciona y no ha estado en el vacío…
La verdad es que aparte de los instrumentos científicos, el simple hecho de que funcione y sigamos escuchándola, es ya una hazaña per se. Esta proeza se debe a la energía nuclear. La sonda no lleva paneles solares, como estamos acostumbrados a ver, si observáis la foto, veréis que lo que tiene es un cilindro colgado en la pare izquierda. Este generador se llama RTG (radioisotope thermoelectric generator) que genera electricidad a partir de la desintegración de los átomos de óxido de plutonio 238. Estos generan calor, que se transforma en electricidad.
Esta previsto que dure muchos años, lo que tarde en degradarse todo el óxido de plutonio, cada vez se degrada más despacio, por lo que dura, y por lo que genera cada vez menos electricidad.
Además, cuanto más lejos estas, mas potencia necesitas para transmitir datos, y más tardas en mandar los datos. Resumiendo, seguiremos escuchándolas, posiblemente hasta el 2032, pero cada vez será más difícil.
Las sondas cumplieron su misión, visitados los gigantes gaseosos (Júpiter y Saturno) y en el caso de la Voyager 2 también los gigantes de hielo (Urano y Neptuno). Después, con la velocidad que llevaban y tras pasar sobre sus objetivos, siguieron hacia las afueras del sistema solar. Puedes ver gráficos de donde están, pero nada transmite la enormidad de espacio que han recorrido desde entonces.
Como aproximación, los astronautas que han visitado la luna han tardado 3 días en llegar. La luna está a 356000 km, que son casi 9 vueltas a la tierra. A la velocidad de la luz, en un poco más de un segundo.
Las Voyager transmiten a la tierra a la velocidad de la luz, están tan lejos que las señales tardan en llegarnos 17 horas las de la Voyager 2 y 20:33 horas para la Voyager 1. Podrían haber ido y vuelto de Plutón más de dos veces.
En 1980 Carl Sagan propuso dar la vuelta a la sonda y hacer una foto de la tierra. Consciente de que no tendría valor científico a esa distancia, creía que podría darnos una idea de nuestro sitio en el universo. Más una imagen emblemática que científica.
Muchos científicos en la NASA se oponían a la idea, por miedo que una mala maniobra o la exposición de los sensores hacia el Sol, provocase algún problema en la zona, y aunque su misión principal ya había terminado, podía seguir aportando datos.
Finalmente, casi 10 años después, en 1989, Carl volvió a intentarlo, esta vez la sonda estaba más lejos, era ahora o nunca, a más distancia, la cámara no captaría la tierra. Era una oportunidad que no se repetiría. La NASA acepto y se tomo la foto del sistema solar, una foto de familia con todos los planetas:
¿No ves la tierra?, mira bien. Esta ahí, en el vacío lejos de cualquier otra cosa, la luna es tan pequeña que no se ve. Como digo Carl, todas las personas que has conocido, que han existido, todo lo que te han contado, los hechos históricos, batallas imperios, descubrimientos, religiones, culturas… todo estado en ese punto azul pálido.
Mi consejo es que cuidemos este planeta, no tenemos otro, no hay nada ahí fuera tan bueno como esto.
Para estar al día en nuestras publicaciones, no dudes en subscribirte aquí.